Moscú, 3 jul (PL) En los últimos 20 años la tendencia de los campeones del mundo varió sensiblemente al aparecer dos nuevos monarcas, la Francia de Zidane en 1998 y la España del «tiki-taka» en 2010… ¿Podrá aparecer un nuevo satélite espacial en Rusia-2018?
Este Mundial de fútbol es una total locura, dijo hace par semanas Hristo Stoichkov a Prensa Latina. Y las sorpresas siguieron cayendo después de aquella inquisidora sentencia.
Alemania, titular regente, cayó por primera vez en la historia en fase de grupos; la Argentina de Lionel Messi y el Portugal de Cristiano Ronaldo quedaron eliminados en octavos de final; España también salió por la puerta de atrás en esa etapa, al caer en penales contra los anfitriones.
Bélgica estuvo perdiendo con Japón por 0-2 hasta construir una épica remontada 3-2 y acceder a cuartos; México atacó sin cesar a Brasil, aunque finalmente claudicó ante la superioridad de los pentacampeones; y Dinamarca estuvo a punto de sacar a la favorita Croacia, antes de caer en la ruleta rusa de los panales.
Esta Copa es la más pareja de todos los tiempos, me comentó un colega argentino, en las gradas del estadio Luzhniki.
En cada equipo ya ves a jugadores de excelente nivel, incluso muchos juegan en Europa, en las ligas más importantes, y son de Senegal, de Marruecos, de Japón… ya no solo son argentinos y brasileños, como ocurría décadas atrás, cuando eran la inmensa mayoría de los extranjeros en el Viejo Continente, explicó.
Y es así. La paridad reinante en la Copa del Mundo de Rusia es extraordinaria y ya muchos expertos comienzan a preguntarse por qué no puede aparecer un nuevo campeón, como hicieron Francia y España en su momento.
Cuando aún resta la última jornada de octavos de final, con los duelos Inglaterra-Colombia y Suiza-Suecia, solo cuatro de los ocho campeones del mundo se mantienen con vida en Rusia, léase Brasil, Uruguay, Francia y los propios ingleses.
Italia ni siquiera clasificó al torneo, mientras Alemania, Argentina y España ya están de vacaciones.
Como potencias alternativas emergen Bélgica, Colombia y Croacia, equipos compuestos por jugadores de primer nivel mundial en todas las posiciones, campeones de Champions, de la Liga Premier de Inglaterra, de la Liga de España, de la Liga de Italia y de la Liga de Alemania, capaces de vencer a cualquier selección sin que sea, per se, una sorpresa mayúscula.
Luego aparecen los locales rusos. Aunque casi nadie da un quilo por ellos, no se puede olvidar que hace apenas unos días mandaron al infierno a la superfavorita España, hecho que, según Sputnik, disparó la venta de cervezas en el país en un 19 por ciento, en comparación a los primeros días del torneo.
Suecia y Suiza tienen menos posibilidades de coronación, sin embargo, los vikingos perdieron con los alemanes en el minuto 95 por aquel gol de Toni Kroos -que de poco sirvió- y los helvéticos empataron 1-1 ante el mismísimo Brasil en la fase de grupos.
Así las cosas, del grupo de Uruguay, Brasil y Francia solo uno pudiera llegar a la final porque están encuadrados en la misma parte de los cruces, o sea tres de los cuatro campeones con vida «se matarán» entre ellos.
Mientras Inglaterra, que anda por la parte menos compleja del organigrama, no dio muchas muestras de grandeza durante sus presentaciones en la justa (habrá que ver cómo le va hoy ante Colombia en Moscú).
Aunque sea un poco atrevido, porque en el fútbol la historia ordena y manda, apostar por un nuevo campeón no parece algo tan descabellado a estas alturas de la XXI Copa del Mundo, a la cual le quedan solo 10 partidos y 13 días de competencias.
Vale recordar que Brasil es el máximo ganador en estas lides con cinco títulos (1958, 1962, 1970, 1994, 2002), seguido por Alemania (1954, 1974, 1990, 2014) e Italia (1934, 1938, 1982, 2006), Argentina (1978, 1986) y Uruguay (1930, 1950), y Francia (1998), España (2010) e Inglaterra (1966).
¿Asistiremos a la coronación de un nuevo monarca en Rusia-2018?
Por Yasiel Cancio Vilar